Mermelada de Membrillo sin Azúcar para Diabéticos
Sumergirse en el mundo de las mermeladas saludables es toda una aventura. Y cuando hablamos de la Mermelada de Membrillo sin Azúcar, esa fruta tan aromática y especial, no hay nada como transformarla en una mermelada que sepa a otoño, pero apta para diabéticos
Equipment
- Cacerola grande
- Cuchillo y tabla de cortar.
- Batidora de mano (opcional)
- Frascos de vidrio con tapa
Ingredientes
- 1 kg de membrillos
- 600 ml de agua
- El jugo de 1 limón
- eritritol o Stevia al gusto
- 1 ramita de canela (opcional)
Elaboración paso a paso
- Lava los membrillos a conciencia. No es necesario pelarlos aunque yo lo hago personalmente, la piel aporta pectina y sabor. Sin embargo, retira las semillas y corta la fruta en pequeños trozos.
- En una cacerola grande, agrega los trozos de membrillo, el agua, el jugo de limón y la ramita de canela. Cocina a fuego medio-bajo hasta que el membrillo esté tierno, lo que puede tomar alrededor de 40-45 minutos.
- Una vez que el membrillo esté tierno, agrega el eritritol o el edulcorante de tu elección y mezcla bien. Cocina a fuego lento durante 10-15 minutos adicionales, removiendo con frecuencia.
- Para aquellos que prefieren una mermelada más suave, puedes usar una batidora de mano para triturar la mezcla hasta alcanzar la consistencia deseada. Si te gusta con trozos, simplemente omite este paso.
- Una vez que la mermelada tenga la consistencia deseada, retira la ramita de canela y vierte la preparación caliente en frascos esterilizados. Cierra bien y déjalos enfriar boca abajo. Una vez fríos, guárdalos en un lugar fresco y oscuro.
Notas
- Si te resulta complicado encontrar eritritol, puedes usar xilitol o stevia apta para cocción. Siempre revisa las equivalencias en el paquete.
- La ramita de canela es opcional, pero aporta un toque aromático especial. También puedes agregar clavo o anís estrellado para variar los sabores.
- Esta mermelada, al no llevar azúcar, no tendrá la misma vida útil que una tradicional. Te recomiendo consumirla en un plazo máximo de un mes y, una vez abierta, guardarla en el frigorífico.